La costumbre de tomar mate ya es tan común que pocas veces nos detenemos a observar algunos detalles, como los beneficios que implica para la salud. Es por eso que se decidió elegir un día para su conmemoración y se determinó que sea el 30 de noviembre en homenaje al nacimiento de Andrés Guacarí y Artigas, ex gobernador de la provincia de Misiones, que fue el encargado de fomentar la producción y la distribución de yerba mate

En Argentina se toma en promedio unos cien litros de mate cada año; se trata de una de las infusiones más populares y más queridas del país y por eso necesitaba tener un día para celebrarlo. Fue así que poco tiempo atrás se estableció el 30 de noviembre como el "Día Nacional del Mate", en conmemoración del nacimiento de Andrés Guacarí y Artigas.

La fecha se oficializó en el año 2013 a través de la publicación en el Boletín Oficial de la ley que busca promover el reconocimiento de la infusión más popular del país.

La elección del día es en conmemoración del nacimiento de Andrés Guacarí y Artigas, ex comandante general de la provincia nororiental de Misiones que fomentó la producción y distribución de la yerba mate. También era conocido como Andresito, de familia guaraní, fue el único gobernador de origen indígena en la historia argentina.

Nació en Santo Tomé el 30 de noviembre de 1778 y falleció en Río de Janeiro en 1821. Gobernó entre 1811 y 1821 la entonces llamada Provincia Grande de las Misiones y actualmente, en Posadas se erige un monumento en su honor.

La ley, sancionada por el Congreso Nacional prevé que el Poder Ejecutivo dará "amplia difusión a la celebración", con el objetivo de "promover el reconocimiento permanente de nuestras costumbres".

Con esta sanción, se declaró al mate con "infusión nacional" y se estableció con otro proyecto el 30 de noviembre como día nacional de esta bebida. La iniciativa para establecer el mate como infusión nacional propone que en todos los evento y actividades culturales de carácter oficial deberá prever la presencia de la expresión y logotipo de Mate Infusión Nacional y la promoción de dicha bebida y sus tradiciones.


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Cómo curar y cebar un mate, uno de los tantos tutoriales que hay en la web


"Nuestra costumbre de 'mateadores' debe ser protegida y promocionada como forma de rescatar las culturas y costumbres nacionales. La ceremonia del mate no distingue la gente del campo como de la ciudad, proclama la armonía y cordialidad, entorno al ritual de 'cebando mate'", sostienen en los fundamentos de esta iniciativa.

El objetivo es reconocer y promover de forma permanente el respeto a las costumbres argentinas de forma integral y haciendo especial hincapié en el mate y ese bello mundo que gira en torno a él, reconociendo la trascendencia que tienen el mate y su consumo a nivel popular.

El mate y su consumo están fuertemente arraigados a las más tradicionales costumbres nacionales y por ende, la historia y la cultura de la nación se ven respetuosamente reflejadas.

Como bebida, está intrínsecamente relacionada a la historia popular. El mate fue partícipe de las grandes gestas emancipadoras que se sucedieron en el siglo XIX y ha acompañado a los ejércitos patriotas como una herramienta muy importante durante las guerras.

Utilizado ampliamente por los soldados, su consumo servía para mantener el organismo saludable y alta la moral y en ocasiones dada la dificultad para conseguir alimentos, servía como ingesta para fortalecer el funcionamiento del organismo.

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En su primera visita al Papa, Cristina le regaló un mate


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Más que una bebida

Tomar mate implica mucho más que beber una infusión. Tomar mate es un gesto de amistad, de cordialidad; un sinónimo de encuentro que trasciende edades y estratos sociales.

Además, gracias a sus reconocidas propiedades antioxidantes y energizantes, tomar mate también implica incorporar al cuerpo una serie de beneficios para nuestra salud.

Científicos argentinos y de otras partes del mundo cuentan con trabajos que destacan las virtudes del mate. Y muchos de ellos ya están investigando de qué manera se puede aprovechar sus propiedades en el desarrollo de alimentos funcionales y también en planes nutricionales que potencien sus efectos benéficos.

Los orígenes del mate se remontan a la cultura de la etnia guaraní. Las hojas de la planta de yerba mate (Ilex paraguariensis) eran utilizadas por los aborígenes como bebida, y eran objeto de culto y ritual, y moneda de cambio en sus trueques con otros pueblos prehispánicos: los incas, los charrúas y aún los araucanos a través de los pampas, recibían yerba elaborada de manos de los guaraníes.


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Caá en lengua guaraní significa "yerba", pero también significa planta y selva. Para el guaraní, el árbol de la yerba es el árbol por excelencia, un regalo de los dioses. Tomar la savia de sus hojas era para ellos beber la selva misma.

Los conquistadores aprendieron de los guaraníes el uso y las virtudes de la yerba mate, e hicieron que su consumo se difundiera en forma extraordinaria al punto de organizarse un intenso tráfico desde su zona de origen a todo el Virreinato del Río de la Plata.

Más tarde los religiosos jesuitas introdujeron el cultivo en las reducciones distribuidas en el norte de la Argentina, y Sur de Paraguay y Sudoeste brasileño. Fueron los grandes responsables de que la yerba mate fuera conocida en el mundo civilizado, en donde llegó a conocérsela como el "té de los jesuitas".

Recién en 1903 en Santa Ana (provincia de Misiones) se realiza la primera plantación moderna de yerba mate. Hasta entonces y aún por muchos años, la yerba que se consumía provenía de la selva, de plantas silvestres que crecían en manchones con gran densidad de árboles, llamadas islas.


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